viernes, 1 de abril de 2011

Experimento

En una experiencia totalmente casera, una familia estadounidense decidió mandar una cámara de alta definición al espacio, metida dentro de un metereológico. La idea era enviarla a la estratosfera y registrar todo lo que encontrara a su paso.

El experimento fue bautizado como “Brooklyn Space Program“, y fue un emprendimiento totalmente familiar, en el cual los hijos de los ideológos del experimento participaron activamente.
Junto al globo y la cámara, los “científicos” agregaron un iPhone, que enviaría las coordenadas de su localización a través de su GPS. Así, la cámara podría ser rescatada para acceder a las imágenes que hubiese logrado captar.

El equipo del Brooklyn Space Program sabía que en poco tiempo el globo perdería sustentación, se vaciaría y caería, todo por la presión atmosférica. De allí la idea de enviar todo el equipo con un mini-paracaídas que amortizara el golpe de la caída.

El viaje del globo al espacio duró poco menos de dos horas, durante las cuales enfrentó vientos de 160 km/hora y temperaturas de hasta 60 grados bajo cero.

Lo más sorprendente fue que la caída del globo fue apenas a 45 kilómetros al norte del lugar del lanzamiento, porque se temía que pudiese caer mucho más lejos y no ser hallado rápidamente.

Quienes quieran compartir las imágenes registradas por los científicos caseros deben saber que los subtítulos del video que registró la cámara están en inglés. Pero incluso quienes no dominan la lengua del genial Shakespeare no se perderán nada de esta experiencia sensacional.

La batería de la cámara se portó muy bien: terminó su carga apenas dos minutos antes de que el globo cayera a Tierra. Pero gracias a las coordenadas de GPS enviadas por el iPhone, el globo pudo ser encontrado en la copa de un árbol, casi intacto.