domingo, 4 de marzo de 2007

El encuentro con el ex


Cuando rompes con una relación tu miedo más grande es encontrarte con tu ex. Todos hemos soñado con ese momento. Nunca sabes si será tarde o temprano, si te agarrará desprevenid@ o con plena conciencia. Por lo general a nosotras las mujeres, dependiendo de lo intensa que estuvo la relación, nos da por hacer un extreme makeover (cambio super radical), que va desde cortarse el cabello, bajar drásticamente de peso, renovar guardarropa, comprar una mascota o de plano cambiarte de trabajo, pais y celular. ¿A los hombres les pasa lo mismo?

Creas diálogos mentales sobre lo que le dirás cuando l@ veas. Nadie pero absolutamente nadie quiere sentirse un como un fucking looser (un gran pero muy gran perdedor) y queda esta idea de que cuando te l@ encuentres, todo lo que este a tu alrededor y incluyendo tu persona diga: "estoy mejor sin tí, mira lo bien que me encuentro y sí, mira de lo que te perdiste, pendej@". Es normal, monsieur/madame ego sale aflote.

El tiempo cura todas la heridas y si no las cura por lo menos ya no duelen por la inercia de hacer otras cosas que ya no contemplan al X. Aunque en ese preciso momento todo duele, piensas que ni en un millón de años luz superarás esa relación. Sientes que vas a enloquecer literalmente, pregúntele a Britney.

Cuando estudiaba la prepa estaba profundamente enamorada de Adrian. Hice mi luchita y cuando creí que el momento estaba dado y que el paso natural era que me pidiera ser su novia. Llegó y me rompió el corazón diciéndome que acaba de empezar una relación con otra chica del salón. Sólo la escena de Los Simpsons donde a Bart le sacan el corazón, lo avientan contra la pared y resbala ensangrentado irremediablemente al bote de basura, puede ejemplificar lo que se siente cuando sufres una desilusión amorosa. Recuerdo que lloré mucho, tanto que hasta mi mamá se acuerda.

El destino cruzó nuestros caminos muchas veces más y siempre me quedé con esa afrenta al orgullo. Fantasiaba en que la próxima vez que lo viera le daría un beso mínimo y por que no, hasta cogérmelo por despecho. Ese momento se dió y contrario a mis predicciones, me negué creo que apreciaba más su amistad.

Ayer me lo encontré después de no haberlo visto en años. Nos abrazamos varias veces y después de darnos los updates (actualizaciones) sellamos nuestro encuentro con un abrazo tan franternal que es difícil de olvidar y hace sentirte especial. Adrián nunca fue mi novio pero me dí cuenta que los malos ratos pasan y los buenos recuerdos se quedan de por vida.

Güerotix