sábado, 16 de junio de 2007

A ti


Ahora que por fin el amor ya no existe
puedo dormir en paz
sin contar ovejitas
y mirarte a los ojos sin miedo a diluirme
sin temblar como un perro.

Puedo volver a hablar
articular palabras
sin derretirme como un toldo en tu boca
sin deshacerme en múltiples migajas
sin dispersarme como polvo en el viento
nada más entre verte.

Puedo volver a hilar un pensamiento cuerdo

Más de un año acostado
para enterrar tus cenizas
más de un año alimentando el odio
imaginándote en un suite clavado
arrancándote tu piel,
tus dedos uno a uno
aplastando tus huesos a martillazos breves
reventando tu cráneo con un mazo de hierro
recogiendo tú sangre
exprimida en un cuenco

Muchos meses siguiéndote los pasos
afilando navajas,
acertando dianas,
apretando los dientes con la mirada fija,
contando las estrellas con sonrisa de boba.

Ahora que por fin el amor ya no existe
puedo volver a dormir sin el kilo de valium
sentarme en el sillón comiendo palomitas
disfrutar una película alquilada en el video

Hoy
por primera vez
conseguí hablar contigo
ambigua,
distendida,
tranquila,
indiferente,
aunque en mi bolso llevo todavía mi revolver

nadie es perfecto.