Hay cosas que ves venir, no es que te enamores porque te enamoras, te enamoras porque en ese período tenías una desesperada necesidad de enamorarte. En los períodos en que tienes ganas de enamorarte debes fijarte bien dónde te metes: como haber bebido un filtro, de esos que hacen que uno se enamore del primero que pasa. Podría ser un ornitorrinco.