Durante mis clásicos viajes en metro dos chicas platican
Chica 1: Que mal
Chica 2: Deja que este chaparro, yo no quiero un novio que no pueda comprarme un regalo.
Yo pensando: ...........
Ok no pensé nada, sólo las miré y concluí que aunque yo tuviera para comprarles un regalo definitivamente no les daría nada.
Supongo que se acabó el romanticismo de ambos lados.