Bueno déjenme les cuento algo que he estado leyendo y me tiene picadísima (sin albur). He estado buscando cierta información sobre el punto de vista de la homosexualidad en diferentes culturas porque quiero proponer este tema para un artículo. Bueno en unos textos de la antropóloga Beverly N. Chiñas, quien se dedica a investigar a los grupos de zapotecas en Oaxaca, encontré que esta sociedad que pese a el bombardeo de nuevas ideas y globalización he sobrevivido con algunas de sus costumbres intactas, tiene una visión bastante 'moderna' (lo que nosotros 'reyes del nuevo milenio' llamaríamos moderna') en cuanto a la homosexualidad y la sexualidad desde tiempos ancestrales. Afirma '…ellos, a diferencia de nosotros, no se sienten pecadores por naturaleza'. No conviven con el concepto del 'pecado original' y por lo tanto su morbo es casi nulo.
Los zapotecas no ejercen rechazo por el hecho de que dos hombres o dos mujeres convivan como pareja o realicen muestras de amor frente a los demás. Nuestra sociedad se incomoda si ve a dos hombres de la mano, ya si se besan hasta se molestan o asquean. Los zapotecas toleran la bisexualidad. Para nuestra sociedad son pervertidos que no merecen nuestra amistad por cochinos. Los muxa (hombres afeminados) son apreciados y respetados. Nosotros de 'jotitos' no los bajamos. Las palabras en lengua zapoteca que designan los órganos sexuales y las funciones corporales no son tabú. Nosotros apenas podemos decir con sus letras 'pene', 'vagina', 'clí-to-ris', 'orgasmo' y los intercambiamos por 'el pilín', 'la colita', etc. Hay quienes no pueden decir la palabra 'pezón' porque les da pena.
Nuestra cultura judeocristiana heredó estas diferencias. Creo que hay mucho que aprender no sólo en cuestiones de sexualidad de quienes vemos como los 'indios patarajada', 'los nahuales', 'los bajados del cerro a tamborazos', 'los pinches inditos', 'los huarachudos' y otras palabras aún más despectivas. Ya ven. ¿Quién dijo que somos mejores que ellos?
Elsy Reyes