martes, 18 de marzo de 2008

A ellos

Se me han ido muriendo los amigos
se me han ido cayendo del abrazo
me he quedado sin ellos en el día
pero vuelven en uno que otro sueño.

Es una nueva forma de estar solo
de preguntar sin nadie que responda
queda el recurso de tomar un trago
sin apelar al brindis de los pobres.

Iré archivando cuerdos y recuerdos
si es posible en desorden alfabético
en aquél rostro evocaré tu temple
en ese otro el ancla de unos ojos.

Sobreviviré el amor y por fortuna
a esa tentación no se la llevan
yo por las dudas toco la mismísima
madera/ esa que dicen que nos salva.

Pero se van figurando los amigos
los buenos/ los no tanto/ los cabales
me he quedado con las manos vacías
esperando que alguien me convoque.

Sin embargo todos y cada uno
me han dejado un legado un regalito
un consuelo/ un sermón/ una chacota
un reproche en capítulos/ un premio.

Si pudiera saber dónde se ríen
dónde lloran o cantan o hacen niebla
les haría llegar mis añoranzas
y una fuente con uvas y estos versos.

Mario Benedetti.