lunes, 10 de marzo de 2008

Mudanza

Empacando me di cuenta de que era necesario escombrar y mandar la mitad de mis cosas a la basura. Tiré mis diferentes etapas, cuando de niño quería ser dibujante, mis primeros cuentos, tiré mis estampitas de EUA 94, tiré películas Beta, mi gafette de empleado del mes en el viejo club de rentas, tiré cartas y -te amos- de descuento, tiré a Vero, a Ruth, a la Vikinga, a Tere no; tiré las entradas recolectadas de cada uno de los debacles esmeraldas que me han tocado vestir, tire un papelito que se supone algún día cobraría sentido en el que, tratando de copiar la letra de mi papá, escribí: NADIE SABE AMAR.

Sólo conservé mi pornografía.