jueves, 17 de noviembre de 2011

La maldad en el mundo


Puesto que el mundo está lleno de maldad, Dios tiene que ser malo o impotente o ambas cosas. Un dios omnipotente, omnisciente e infinitamente bueno, suponiendo que un ser así sea concebible lógicamente, hubiera sido capaz de crear un mundo sin maldad y hubiera querido hacerlo.