lunes, 26 de noviembre de 2007

Buscando trabajo


El mal "godinez" es una característica de nuestros tiempos agitados. Afróntalo, eres un oficinista frustrado como yo. Quería ser cantante y salir en la tele; de quinito joven soñaba con llegar a ser el primer porcino en pisar Marte. Pero no. Pasamos horas enteras encerrados en cubículos ojetes trabajando para otros ojetes (y perdiendo la mayoría del tiempo en un puto chat).

En horarios de oficina ocurren las peores cosas de la vida. Tanto cabrón con gafete me marea. Cuando el café de la mañana se vuelve la hora más emocionante del día significa que estás perdido. La rutina sedentaria nos ha dejado más de un dolor de espalda y una barrera impenetrable de manteca en el lugar donde David Beckham y otros jotos (porque no nos queda de otra mas que llamarlos así) tienen un abdomen perfecto. Ni hablar, el monitor es tu gurú. La única salvación es la tupida borrachera del viernes que nos consuela y engrosa la barriga encorbatada.