Incoherencias que nacen en mí, sexo fuerte, debil...hoy voy a cambiar, revisar bien mis maletas y sacar mis sentimientos y no sé qué mas madres...
Ésta es una de las tantas rolas que seguramente pondrán en cuanto evento se realice con respecto al Día Internacional de la Mujer. Hubo una época -cuando estaba en los 'Monólogos de la Vagina- que me convertí en una verdadera feminazi. La Organización de Eve Ensler llama 'Guerreras de la Vagina' a quienes de alguna manera luchan por el bienestar y la justicia femeninas. Y ya se imaginarán yo me sentía una real guerrera de la vagina en acción. Las funciones por el Día Internacional de la Mujer se ponían de a baro. Ya se imaginarán.
Mis conceptos han cambiado mucho desde entonces. Me queda claro que es muy fácil colocarse en el papel de víctima. Naaadie niega que a muchas mujeres les ha ido como en feria; los asesinatos, violaciones, circuncisiones clitoriales a punta de cuchillo, el abuso sexual a mujeres como tácticas de guerra, las infidelidades, el machismo... Lo comparto y créanme cuando de pronto la capacidad de asombro se me escapa, la recupero en chinga a través de la historia de alguna mujer que logró lo indecible por sí sola tras una vida dolorosa. He visto muy de cerca a mujeres erguirse lamiéndose las heridas y resurgir como perras (no como animales si no como verdaderas cabronas).
No obstante, en muchos momentos me di cuenta que estábamos cometiendo el mismo error garrafal de la historia pero del otro lado. El feminismo es igual al machismo. Los extremos ideológicos son igual de dañinos y así como hubo vidas de hombres que sus padres jodieron con base al machismo (al no dejarlos llorar, sentirse vulnerables, solos o necesitados de una mano); también hay historias asquerosas que creó el feminismo como tantas mujeres que no se permiten ser amadas, cuidadas o que viven con terror a los hombres, con un odio heredado que no las deja abrirse al sexo masculino ni definir su rol social.
Entonces continuar con esa ola de 'No nos toquen, no los necesitamos, ya estamos hartas de ustedes, nos la van a pagar hijoeputas, nos vengaremos, los oprimiremos, etc...' sería girar para el otro lado el reloj de arena de la historia pero nunca saldríamos de ese pedazo de vidrio.
Así es, no somos menos, ni somos más débiles, ni somos mejores. Somos mujeres y ellos hombres ¿qué de complicado hay en entender eso? ¿Por qué la pinche necesidad de siempre darle primer lugar, segundo o tercero a cada cosa y persona en la existencia? ¿Quién puede decir con la neta en sus manos qué es mejor y qué es peor? ¿Quién? Yo creo que sólo Jesús el Cristo en persona y a todo color y pues no creo que se tome la molestia de volver a encarnar para venir a discutir una pendejada de ese grado.
Pues no necesitaríamos un 'Día Internacional' si ya todos hubiéramos entendido eso. Que no hay punto que discutir, no lo hay. Es como si dijéramos en ¿qué se parece una manzana a un plátano? En que ambas son frutas pero totalmente diferentes pero ambas ricas, saludables, bla, bla ,bla y ¡ya!
Entendernos es posible, convivir, respetarnos, sentirnos; pero tratar de ser iguales ¿como pa qué? Y no me refiero a equidad sino a igualdad. Es imposible que un hombre funcione como mujer y visceversa. ¿Alguna vez alguien leyó la Teoría de las Ventajas Comparativas'? Es más bien económica, pero se puede aplicar muy bien en el caso mujer-hombre. Que cada quien asuma con felicidad su rol y comprenda al otro. Independientemente de las preferencias sexuales. El ser gay no te quita tu calidad de género eres tan hombre como un straight o tan mujer como una buga.
Pues bueno, dejemos el feminazismo y dediquémonos a ser felices. Cuando alguien es feliz, no tiene la capacidad ni necesidad de oprimir a nadie, joder a nadie o aplicar su naquismo en cualquiera de sus vertientes como tratar de aprovecharse, robar, juzgar sin conocimiento, lastimar por el pleno gusto, acosar sexualmente, violar, etc. Cualquier expresión del naquismo no cabe en una persona que se ama y vive feliz consigo misma. Así que Feliz Vida de Mujer y Feliz Vida de Hombre. No necesitamos un día, necesitamos una vida.
Elsy Reyes.