El viernes por la tarde, cuando conducía de regreso a casa, alguien que fue un amigo muy cercano y al que tengo ‘olvidado’ me envió un mensaje por el celular que terminó en una serie de reproches. Aquí reproduzco la ‘plática’ y abajo les explico por qué lo tengo olvidado.
Examigo: ‘Pinche examigo (así lo escribió), me tienes muy olvidado’.
yo: ‘Pinche dramática’.
Examigo: ‘Con ese egoísmo ahora entiendo a tus viejas. Ni una llamada para preguntarme de mi trabajo. Antes no eras así. Neta’.
yo: ‘Antes no tenía que estar metido en la oficina 12 horas.
Examigo: ‘Una llamada puede tomar segundos… un detalle toda la vida’.
yo: ‘Ok, lo anoto’.
A él lo conozco hace 22 años y somos buenos amigos por lo menos desde 1990, pero desde hace tiempo lo siento distante o mejor dicho, yo he puesto distancia entre ambos. Mucha gente me decía: ‘¿Cómo pueden ser amigos si a él no le gusta el futbol, la cerveza ni etc?’ Bueno, simplemente es que nuestra amistad no se basaba en los gustos de ambos (a mí, por ejemplo, no me gusta Kenny G), sino en valores en común (trabajo, respeto, etc.). Pero cuando en nombre de la amistad y, supongo, de la superioridad que cree tener sobre mí por estar casado, por haber estudiado un posgrado en una de las universidades más mamonas de EU y por ganar, por lo menos, el triple que yo, cuestiona todo lo que digo o hago, pues la amistad comienza a valer madres.
Andar en bicicleta le parece una ‘mamada’ y ‘algo para adolescentes’. Tomar un curso de lo que sea y asistir aun concierto le parece de ‘pinche ocioso’. Si voy al bar de siempre me critica porque ahí es ‘un nido de pinches vagos y delincuentes’. Si le digo que voy a ver a Salón victoria con tal o cual amigo me critica porque ’sigues escuchando esas mamadas y juntándote con esos adolescentes de 40 años’. Descalifica mi trabajo, mis relaciones, mi religión; me critica porque vivo ‘hasta casa de la chingada, no piensas en tus amistades’. No va a los eventos que organizo porque ‘es muy lejos’ (bueno, luego me dijo que tenía un importantísimo desayuno de ex alumnos). Me critica porque dejé la militancia partidista y porque no voto por el PAN. Se enoja porque no quiero jugar squash con él un domingo a las 7.
¿A ustedes les gustaría pasar algunas horas de su tiempo libre con alguien que los cuestiona todo el tiempo en nombre de la amistad?
Yo sé que estoy a años luz de la perfección, que he cometido y cometeré muchos errores a lo largo de mi vida, pero me siento orgulloso de lo que soy, de lo que tengo. A estas alturas de la vida, mis prioridades son estar bien conmigo, no con un cabrón lleno de prejuicios. Sí, ayer por la noche, mientras conducía bajo la lluvia me puse a pensar en todo este desmadrito. Alguien me decía: ‘No seas rencoroso y piensa en los buenos momentos’. ¡Diablos! Creo que hace muchos, muchos años no paso un buen momento junto a él. Triste pero cierto.