jueves, 3 de enero de 2008

Habla Scardanelli


Hay otro y te apresa mientras duermo.
Me despiertan tus gruñidos rasposos,
los versos a ti escritos dejados en su oído
y el torrente que cae por tu garganta
buscando el corazón y su avispero.
Sin pies pero con odio me incorporo.
Recorro los brocados, las flores de tu sala.
Soplo rescoldos en la chimenea,
quiero meter las manos en las brasas,
la lengua por un anillo en llamas.
Imagino mordiscos en tu espalda,
oigo los golpes brincados por su ardor,
siento una emigración de aromas
en los sudores donde nadie te habita.
Mejor salir a caminar bajo la nieve.
Allá se quemarán los labios con el frio
y no dejaré huellas circundando la casa
porque los pies irán colgados del sombrero.
Hay otro y te ronda mientras duermo.
Francisco Hernández