No manchen, si algo me traumó de chiquito fue ver la película de El Exorcista, pinche miedo. Tenía como ocho años y los inconscientes de mis padre me dejaron verla con ellos. Malditos, los debería de demandar. Pasé como ocho meses durmiendo con la luz prendida y no me podía sacar la imagen de la niña poseída.
Afortunadamente para el 2000 los realizadores decidieron volver a sacar la peli con escenas nunca antes vistas. Y ahí voy yo, bien valiente a Cinemex Cuicuilco, de plano no me atreví a entrar. ¿Para que? Total ya la había visto.
Ni en la tele me he atrevido a volver a verla, lo he intentado en tres ocasiones y fracaso. Hoy me topo con un link y si logré verlo pero un extraño sentimiento recorrió mi cuerpo. Chale.
Bueno ya me voy, ya va empezar Juan Querendón.
