lunes, 23 de abril de 2007

Mi razón para odiar al mundo

Señora Acomodadora: Ahí con lo que guste cooperar joven.

Yo: ¿Perdón?

Señora Acomodadora: Que lo que guste para el refresco.

Yo: Luego le doy.

Señora Acomodadora: Mejor ahorita.

Yo: Es que en este momento no tengo cambio.

Señora Acomodadora: Yo le consigo ¿de cuánto es?

Yo: De 500.

Señora Acomodadora: Ahorita busco cambio.

Yo: Mejor luego le doy.

Señora Acomodadora (ya enojada): Mejor me hubiera dicho que no me quería dar nada.

Yo:..........ok...........



(Ya todos te piden limosna por no hacer nada y encima se indignan, yo prefiero darle eso a un niño de la calle. Que se pudra el monopolio de OCESA).