lunes, 24 de diciembre de 2007

La navidad

Este post se debe leer mientras escuchan La Negrita.

En la casa siempre le han dado poca importancia a estas fechas, pero después del nacimiento de mi última hermana algo ocurrió y mis padres optaron por hacer las cosas bien y que su hija no terminará en la perdición como sus hermanos. Chale. A pesar de los esfuerzos, estas fiestas no les quedan muy buenas, supongo que porque somos una familia nuclear.
En cambio, en otros lugares donde he pasado la navidad hay de todo. A la edad de 18 años vi por primera vez todo el ritual de arrullar al niño (yo sólo pensaba en comer). Con Sofia, a los 23 años, entré por primera vez a una iglesia y vaya que el ambiente era rarísimo. El lugar no era para pobres por lo que todo eso que ocurre en los barrios era cambiado por orden y limpieza (esa manera de rendir culto si me late). Con Hilda y otros amigos el 24 era símbolo de borrachera, peleas y nada de religión.
Hoy todo es regalos y Santa, en mis tiempos no había tanto de ese gordo panzón (Por lo menos eso creo). Hoy hasta un tipo de los que manejan el metro andaba disfrazado de Santa (Lo increíble es que dice tener 14 años haciendo lo mismo, pobre wey).
Es bueno ponerse a recordar este tipo de cosas. Aunque en realidad estoy matando el tiempo porque no hay nada en la tele. Les dejo la mejor canción navideña de todos los tiempos.

La reina serpiente regresó de Argentina, Indianapolis ganará el Super Tazón, ya tengo la tele para el PS3, ya terminé de ver la segunda temporada de Héroes, ya viene Lost. Todo es perfecto pero lamentablemente en enero muere un ser muy querido. Crap.