jueves, 20 de diciembre de 2007

Palabras de la Griega


Con las últimas lluvias
me han crecido los ojos.

Se derraman con avidez en tierra seca.
Se extienden como un alud de moscas por el lodo.

Nada detiene a mis ojos cuando llueve.
Ni aquellas nubes por cimas atrapadas
ni los sapos que pegan, después de muertos,
en las campanas del cementerio.

Nada detiene a mis ojos cuando llueve.
Déjalos acercarse. Van a lamer tus dedos.

Francisco Hernández.