domingo, 20 de diciembre de 2009

Finales

Han matado al rey del imperio y el hijo oculto debe de reclamar el reino tomado por las fuerzas oscuras. Esa es la premisa de The Elder Scrolls IV: Oblivion, un juego de rol que podría ser la competencia perfecta de El Señor de los Anillos y World of Warcraft en cuanto a historia y objetivos. Hasta el momento es el juego más ambicioso y profundo que he tenido la fortuna de jugar.

Lo primero que uno hace es crear su personaje lo que incluye sus facciones, raza, género, ocupación, especialidades, etc. Después empiezas a hacer lo que quieras, ya sea seguir la historia principal o viajar por el mundo de pueblo en pueblo, platicar con los aldeanos y en muchas ocasiones ayudarles.

Lo complejo es que toda persona en la vida real tiene problemas, y todas las personas de todos los pueblos que hay en este gran reino también, por lo que puede tomarte cientos de horas completar el juego, además, todo está en tiempo real, por lo que si necesitaba comprar alguna cosa tenía que esperar a que abrieran la tienda como en la vida real.

Me tardé un poco más de 100 horas en terminar el juego, dejando muchas misiones pendientes y sin bajar ninguna expansión. Pero verdaderamente nos encontramos con un juego maravilloso.