viernes, 13 de abril de 2012

Sobre mí


Realmente me pregunto qué lleva a un hombre a sentarse a escribir algo. Estas líneas por ejemplo. Mi 2012 ha sido un sube y baja emocional similar al del resto de humanos. Vi ciertas películas jefes, leí cosas valiosísimas y trabajé en un libro. Trabajé 3 años en ese libro. La forma como lo escribí fue la siguiente: trabajaba un mes y descansaba dos. O trabajaba dos y descansaba cuatro. Los meses de descanso leía y -a veces- escribía. (Lo malo de leer es que provoca la necesidad de contar historias propias, a lo mejor si existiera una pastilla que le bloqueara a uno esa necedad sí la tomaría. Es decir: la felicidad) Escribía en la noche, corregía en la mañana. Escribía pedo, corregía crudo. Como si la vida fuera la cosa más sencilla. Para mí, escribir ya no es opcional, es algo que hago y ya, casi casi de manera natural. Publicar un libro no me hace ni mejor ni peor eskritor. Lo que tengo que hacer es leer mucho, documentarme, leer más, escribir y borrar. El mundo no está hecho para escribir, eso es algo que ya todos sabemos.