viernes, 16 de octubre de 2009

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>Así  son las cosas; un día corres a ellas para nunca alcanzarlas, al siguiente están ahí y sólo quieres que se vayan, que se despojen de su necesidad y de su persistencia… pero no se van. Desconozco el mecanismo de la necesidad, aunque me encuentro atraído irremediablemente por él, hasta el punto de sólo tener cerca las cosas que necesito pero casi nunca las que quiero. Mi lista imaginaria de cosas innecesarias pero que aún así quiero incluye mujeres, demencias, drogas, sexo, películas, casi nunca comida, libros, etc. La lista es infinita y sólo expone mi miseria. Tengo otra lista; en ella todas las cosas salen sobrando. De hecho, por una de esas extrañas contradicciones que destruyen mis nervios por su insistencia, las cosas que un día desaparecen de la lista de los "innecesarios", al otro aparecen en el de las necesidad sin límite. Es un juego de mi cabeza, o de la gente, o del mundo, o de todos juntos. Pero la cosa es que también un día algo aparece para  recompensarte sin razón y sin sentido, es sólo un inútil desvarío del tiempo, una desconexión de la necesidad que se suma con toda su extrañeza. Por ese día las cosas tienen sentido. Es el azar y de nuevo para nadie dice nada sino a ti –en este caso a mi-. Ese día fue hace un par de semanas. Apareció en el correo electrónico y lo encontré de nuevo hoy, o apareció, o lo recordé. Como sea, esto es de mi para un hipotético ustedes. Se llaman –se llama- The upsidedown. No sé de dónde ni quienes son pero me gustan y sólo por eso está aquí. La canción se llama Hey Man I'm Kissing The Angels Shoes… Y sí, hoy también yo casi los beso; por poco y hoy es un buen día. Creo que también pueden bajarla.

juanpodrido@hotmail.com Hey Man I'm Kissing The Angels Shoes  by  juanpodrido